Liam Gwynn, EcoNews Intern
Traduccion por Denise Villalva
“Por más de un año hemos visto nuestro jardín vandalizado y casi cada mes con intenciones maliciosas, nuestros cultivos han sido cortados, nuestros letreros vandalizados, cámaras y luces robadas y cadenas situadas en la entrada, para evitar nuestra entrada, esos son los intentos repetidos en los que nos hacen saber que esta no es nuestra Tierra,” dice Carlos Olguín durante la reunión del ayuntamiento de Arcata el 21 de junio del presente año.
El Centro del Pueblo se ha centrado alrededor del empoderamiento de Indígenas Latinxs del sur, celebrando la herencia cultural, promoviendo los derechos humanos. La organización se hace cargo del Jardín Santuario, este ofrece vegetales frescos a la comunidad, el origen de muchos es México u otra parte de Latinoamérica, y puede ser muy duro encontrar este tipo de comunidad en el Condado de Humboldt.
Los jardines comunitarios han servido como una herramienta valiosa para el ambiente además del impacto social que se desarrolla. Pueden ayudar a mantener cuerpos de agua limpios absorbiendo el agua de lluvia de las calles y prevenir el derrame de ríos y océanos. También puede proveer un acceso fácil de alimentación que promueve una vida sustentable en la comunidad. Últimamente Centro del Pueblo y muchas comunidades con jardines similares utilizan la composta para mantener un suelo sano, y reduce la cantidad de desperdicios en vertederos.
Para algunos de nosotros el movimiento ambiental, es un llamado vital en el que muchos sistemas que crean los desplazamientos forzados migratorios son aquellos sistemas que también amenazan la biodiversidad global. Las mismas corporaciones que contaminan hogares, roban agua, mantan bosques y defensores, también venden productos que son de ecosistemas endémicos y de vida silvestre. Donde ha sido situada la frontera manteniendo más de 650 millas de borde fronterizo en el Sureste.
El Jardín Santuario es una resistencia, nutre la respuesta a corporaciones y al poder del Estado, el cual interviene y destruye comunidades humanas y ecosistemas. Los ataques racistas en el Jardín Santuario son un ataque de posibilidad colectiva y ecológica, sólo como un futuro sostenible.
En el pasado año, el Jardín Santuario ha encarado docenas de ataques racistas y vandalismo. Desde el odio e ignorancia fanática pintas con espray sobre las paredes, robar cámaras de seguridad, los constantes ataques sin ninguna justicia deja una sensación de miedo y negligencia de la comunidad.
Este tipo de cosas dan miedo, porque supuestamente este lugar tiene que ser un lugar de paz y amistoso, pero ya no más, y nos están haciendo populares. Estoy muy preocupada por mis amigos porque ellos viven aquí, y me preocupa su seguridad, dice Madaly Cervantes, voluntaria y organizadora del Jardín Santuario.
En respuesta a estos ataques, Centro del Pueblo ha organizado una protesta y una caminata con la comunidad a racha City Hall, ellos hablan con miembros del ayuntamiento donde demandan que se hagan responsables del rol que ocupan en Arcata, como una ciudad Santuario.
“Hoy caminamos no solo por caminar en solidaridad de nuestra comunidad, que apoyamos en este lugar, pero también estamos demandando al ayuntamiento hacer un esfuerzo por proteger este lugar también, se ha considerado un crimen de odio, y una biolación a la gente que se expresa libremente ”, dice William Dirks, un voluntario del Jardín Santuario en los últimos siete años. Dirks expresa su frustración que no hayan tomado en serio por parte del departamento de policías de Arcata, y cómo a pesar de los cambios que se han hecho al respecto la seguridad los ataques siguen pasando y la policía, no han sido capaces de hacer nada al respecto. Briks explica como ellos le han preguntado al departamento de policía asignar un oficial que pueda mantener vigilancia en el Jardín Santuario durante la noche para atrapar al responsable, pero les dijeron que no podían hacer eso, porque no había suficientes oficiales. El jardín fue vandalizado prontamente después y el culpable escapó ileso una vez más.
Me pregunto si ellos no nos han tomado en serio, ¿sabes?, hasta que empecemos a manifestarnos frente al ayuntamiento”, dice Dirks.
Brenda Perez es la directora ejecutiva de Centro del Pueblo y organizadora de dos de las más recientes protestas que se han dirigido al ayuntamiento de la ciudad.
“Estamos decepcionados con la ciudad porque les ha tomado mucho tiempo, y comenzamos a pensar que ellos creen que el ser santuario es un accesorio, y no lo es. Es una práctica real y tienen que reconocerlo,”, dice Perez antes de la marcha hacia el ayuntamiento. Durante la parte de comentarios públicos de la reunión del consejo de la ciudad, Pérez se paró ante el consejo de la ciudad y pronunció un discurso apasionado respaldado con sesenta cartas de apoyo de miembros influyentes de la comunidad y alrededor de cincuenta compañeros de protesta que animaban desde la parte trasera del salón. En este discurso, Pérez citó la promesa de la Ciudad de Arcata cuando fue declarada ciudad santuario y pidió a los miembros del ayuntamiento que se mantengan fieles a este ideal.
“Quiero invitarte a que mejores e implementes el Santuario, esto no debe de ser solo en un documento o en escritorio, esto debe de practicarse; ser una ciudad Santuario, es una lección que debe de ser de cada día,” dice Perez.
Después de las palabras de Perez, la alcaldesa Sarah Schaefer se refirió a las demandas directamente diciendo que se ha identificado como un crimen de odio y la ciudad está trabajando en resolver el caso. Mayor Schaefer dice que la ciudad está trabajando en poner más seguridad y precauciones en lugares y concluyó anunciando que donarán cinco mil dólares para mejorar la seguridad del Centro del Pueblo.
El Centro del Pueblo recientemente capturó imágenes del perpetrador y las compartió con APD, quien está pidiendo a la gente que se presente.
El Comunicado de prensa del Departamento de Policía de Arcata: “APD solicita a cualquier persona que tenga información sobre el robo y una serie de delitos motivados por el odio que se comunique con su Unidad de Investigaciones, al 707-822-2428, o a su línea telefónica anónima, al 707-825-2588”.